El Reino de Dios está (se manifiesta), solo en la gente sencilla, sin riquezas ni "manos manchadas"; o en los "grandes" que toman conciencia de su indignidad y reparan el mal hecho con obras de caridad y mecenazgo del bien común.
Nos lo explica San Agustín: "Los hombres sin remedio son aquellos que dejan de atender a sus propios pecados para fijarse en los de los demás. No buscan lo que hay que corregir, sino en qué pueden morder. Y, al no poderse excusarse a sí mismos, están siempre dispuestos a acusar a los demás. No es así cómo nos enseña el salmo a orar y dar a Dios satisfacción, ya que dice: Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado. El que así ora no atiende a los pecados ajenos, sino que se examina a sí mismo, y no de manera superficial, como quien palpa, sino profundizando en su interior. No se perdona a sí mismo, y por esto precisamente puede atreverse a pedir perdón."
Echarle la culpa de los males del Perú a Pizarro o a Adán y Eva, es la excusa perfecta para que sigamos hoy dilapidando sus recursos y maltratando a los humildes. Cada generación levanta o hunde a un país, y la nuestra tiene el deber de "refundar" el Perú, por la senda del desarrollo con justicia y en armonía con el medio ambiente. Todos debemos criticar menos a los políticos y trabajar más por el bien común. Tendremos derecho a exigir a los demás, cuando nos hayamos exigido primero a nosotros mismos. Se vence a la pobreza y a la injusticia construyendo no destruyendo; trabajando no criticando; siendo conscientes te de que somos personas responsables, sujetos de derechos inalienables, que defenderemos con tenacidad, porque hemos aportado previamente lo que teníamos que aportar.
No nos engañemos, hay dos y hasta tres (el de las comunidades originarias de la Amazonía) Perú: el formal y el informal; el culto y con muchos medios y el que, por tener pocos medios, es más inculto; el de los de arriba y el de los de abajo. No somos racistas, somos clasistas, y hemos creado dos Perú, por eso nuestra sociedad no funciona, porque el Estado está organizado para entender y atender al 30% de arriba, que es el que más aporta, y se desentiende del 70% de abajo, que poco aporta al mantenimiento y funcionamiento del Estado. Y ambos "Perus" se desconocen, se ignoran y se desprecian.
También los de abajo están deseando subir arriba y cuando lo consiguen, imitan las "malas prácticas" que imperan en la sociedad. Nos falta sensibilidad, solidaridad, sentido de la justicia y amor misericordioso.
El Papa, además de la misión de evangelizar y la santificación del pueblo de Dios, por medio de los sacramentos; nos está hablando permanentemente de:
La cultura del encuentro.
La lucha contra la corrupción.
La erradicación de la violencia contra la mujer.
La lucha contra la pobreza.
La defensa del medio ambiente y de la Amazonía.
A esto ha añadido hoy el pedido de que se reduzca o condone la deuda externa a los Países Pobres Muy Endeudados. Perú no está muy endeudado ni está ya entre los PPME; pero le ayudará a que sean más blandas las condiciones de su deuda. Perú, si hiciera un gasto inteligente y eficaz, debería endeudarse. El problema es que, por lo expresado arriba, no hace gasto eficaz.
OREMOS Y LUCHEMOS POR UN PERU y UN MUNDO MÁS JUSTO Y RECONCILIADO.